Por Ricardo Bustos
Está comprobado que el saber no ocupa lugar, pero también es cierto que ello se logra solamente cuando leemos y analizamos cada tema que nos interesa y a la vez podemos transmitir sin temor a equivocarnos, aún recibiendo críticas de aquellos sectores que no entienden o no aceptan pensamientos diferentes a los suyos.
La BBC de Londres ha emitido un informe que a muchos ha dejado con la boca abierta porque trata sobre uno de los países mas adelantados en tecnología, a la vanguardia desde hace muchos años. Se trata de un país que no tiene mucho espacio físico, padece las inclemencias de los desastres naturales como terremotos, maremotos o tifones, pero siempre se levanta y vuelve a comenzar. Se trata nada menos que de Japón.
Hace poco tiempo, este humilde lector, reflexionaba sobre «tecnología o fábrica de desocupados» y no faltaron colegas que con palabras muy duras trataran de rechazar la validez de esta idea, aduciendo que carecían de fundamento y si todos pensaran como yo, todavía estaríamos en la edad de piedra, pero ahora la realidad nos está dando la razón.
Japón utiliza personas para realizar la tarea que realiza el semáforo y en muchas empresas se sigue utilizando la tecnología de hace diez años.
Puede causar gracia, pero aún hoy se siguen vendiendo en las tiendas las cintas de cassette que aquí muchos no llegaron a utilizar, pero la historia no termina allí porque tampoco se han olvidado de utilizar el FAX y compañías como Sony todavía tienen en sus oficinas esos aparatos.
Japón fué el primer país que desarrolló el sistema de pagos electrónicos sin contacto y fué una innovadora manera de crear soluciones a millones de personas, además de inventar el tren bala que después pudimos ver en muchos países del mundo.
Japón tiene una de las mejores infraestructuras de internet en el mundo, pero se resiste a abandonar el viejo sistema de fax ya que las PYME conforman el 99% de las 4,2 millones de compañías, es decir que la tercera economía del mundo, está formada por establecimientos menores y no por las corporaciones gigantes que todos imaginamos.
No hay tanto misterio en estas formas de actuar empresarialmente. Las PYME de japón son conservadoras y se oponen a la tecnología porque piensan que si abandonan ese sistema, la revolución industrial pasaría a manos de las máquinas dejando un tendal de humanos sin trabajo.
Una prueba de ello es que cuando los Sindicatos protestan o reclaman lo hacen produciendo de más como un castigo para las empresas.
Muchas de las PYME, en la actualidad siguen usando el FAX o el Correo postal para comunicarse con sus pares y como si fuera poco, todavía utilizan la escritura a mano para certificar el documento.
En Japón la palabra «burocracia» no aplica ya que es norma cumplir con los compromisos comerciales, institucionales o sociales.
La robotización existe, pero las prácticas internas de las compañías son diferentes y los empleados prefieren no comentar sobre las costumbres internas de sus empleadores.
Según el informe los departamentos de tecnología japoneses son implacablemente conservadores y odian conectar sus computadoras al mundo exterior porque le temen al robo de datos y por ende a lo que hay afuera. En síntesis, para Japón «entre mas avanzada sea tu tecnología, mas probable es que te reemplace».
A pesar de tener una imagen de amor por todo lo tecnológico, en gran parte del Japón, los empresarios prefieren el uso de personas en lugar de las máquinas donde sea posible.
«Vivimos en una sociedad profundamente dependiente de la ciencia y la tecnología y en la que nadie sabe nada de estos temas. Ello constituye una fórmula segura para el desastre». Carl Sagan
El autor es: Locutor Nacional-Comunicador. Capiovi Misiones, Argentina